Queridos amigos cada ciertos
años (aproximadamente siete desde nuestro nacimiento), nuestra vida sufre un
chocante pero necesario cambio que nos empuja por un lado, a que todos los
cimientos que creíamos sólidos se tambaleen de forma brusca y por otro, una
extraña fuerza interior nos invita a empezar desde cero aplicando toda la
sabiduría y las herramientas adquiridas a través de la anteriores aventuras y
desventuras.
Este “Cambio Cósmico” nos ayuda
a sincronizarnos con las nuevas vibraciones que se incorporan en nuestro campo
energético y que a su vez nos mantienen en constante evolución y conexión con
el Universo.
Cuando se desconoce este ciclo
de “derribo y reinicio”, las personas perciben como sus vidas se desmoronan sin
saber muy bien la causa real pero que, una vez la obra de la vida empieza a
realizar las reformas pertinentes, se dan cuenta de lo necesario que era
aplicar elementos como el despego, el perdón, la fuerza de voluntad, el amor y
la valentía en los nuevos planos de su Destino.
Es importante tener en cuenta
que cada ciclo de siete años la vida volverá a reclamar su sitio en el
peregrinaje de la Luz y todo aquello que te haya desviado del camino original
(sean cosas, personas, tareas, etc.), serán descartadas de tu vida de la noche
a la mañana con el fin de ayudarte a romper un ciclo e iniciar otro más maduro
y consciente que el anterior pero menor que el que vendrá.
No te resistas a los cambios y
deja que las fuerzas naturales te muestren el siguiente paso a realizar. Por
muy perdido-a y confuso-a que puedas sentirte al principio, no es la primera
vez que experimentas dicha metamorfosis y si vives lo suficiente seguramente
tampoco sea la última.
El pasado puede llegar a ser un
buen cuaderno de bitácora siempre que utilices en el presente las lecciones más
importantes y esenciales para avanzar hacia un mejor futuro. Si utilizas el
pasado como arma arrojadiza cada vez que tienes ocasión, lo único que lograrás
será la distancia de los Seres que amas y la sensación de la insatisfacción
interior más nociva.
Del mismo modo que una flor
sigue los ciclos de la naturaleza, debes saber cuándo es el momento idóneo para
brotar, para florecer, para entregar tu fruto y para marchitar y así cerrar el
ciclo adecuadamente con el fin de que el siguiente venga mejor, más estable y
feliz.
Ahora ya sabes que esta etapa
extraña de transición no es algo exclusivamente tuyo ni debes vivirlo
necesariamente como algo malo (pero sin duda alguna es necesario).
Respira profundamente, sonríe
al cielo, suelta la mochila de los miedos y confía porque siempre al acabar la
noche acaba saliendo el sol, una y otra vez, hasta el fin de tu tiempo.
Para cualquier duda podéis
llamarme a mi consulta en;
Tarot Sophie 806 51 62 47
https://www.facebook.com/tarot.sophie
No hay comentarios:
Publicar un comentario