Queridos
amigos en Tarot Sophie clasifico que el bailoteo hormonal asociado al
enamoramiento, produce inesperados efectos en los signos del zodiaco. Vamos a
horrorizarnos contemplándolos:
ARIES:
Pierde el apetito y, aun así, continúa con la energía explosiva de siempre. Los
chutes de dopamina que produce su cuerpo son suficientes para que no necesite
ni comer, ni dormir. Todas sus necesidades básicas están cubiertas por el amor…
TAURO:
Este signo tan apegado a sus hábitos renuncia a ellos por completo cuando
Cupido lo ensarta por los cuernos. Manda a los ídem sus rutinas y
responsabilidades y concentra toda su atención en el objetivo de sus amores.
GÉMINIS:
Irreconocible queda el signo del verbo fácil. Le preguntas lo que sea y, en
lugar de contestarte, lo sorprendes sonriente y sonrojado, mirando al vacío y
pensando en quién sabe qué tonterías. Su legendaria elocuencia ha sido
neutralizada temporalmente.
CÁNCER:
Como si hubiera sido captado por una secta, el cangrejo se vuelve devoto
perdido de su amor y ¡muy peligroso! Que se te ocurra decir algo negativo en su
contra… Si haces la menor observación que descalifique a su amorcito, Cáncer te
descerraja.
LEO:
Este signo vanidoso, que pensaba de sí mismo que era un rayito de sol aun sin
haberse quitado las legañas de la mañana… ya no está tan seguro. Por ello,
incrementa al máximo su nivel de acicalamiento. No queda un rincón de su cuerpo
que no revise para hacerlo más atractivo.
VIRGO:
El práctico y sensato. ¡Ja! El enamoramiento interrumpe su funcionamiento
habitual y su cerebro únicamente es capaz de producir ensoñaciones merengadas y
románticas, a todas horas del día y de la noche. Es muy capaz de cruzar la
calle con el semáforo en rojo o de subirse a un andamio en tal estado. ¡Cuidado…!
LIBRA:
¿Equilibrado? No cuando se enamora. El signo de la balanza se convierte en un
desquiciado adicto. Llama, busca, sigue a su amor y, cuando no está a su lado,
recuerda cada palabra, cada entonación y cadencia de las conversaciones que
mantuvieron. Se martiriza dudando si él/ella siente lo mismo… o no. Y deshoja
jardines enteros de margaritas haciendo la eterna pregunta: ¿Me quiere? ¿No me
quiere?
ESCORPIO:
Cuando se enamora pierde su encantadora acidez, su sarcasmo y su seductora mala
leche. Es como si Ned Flanders le hubiera hecho una transfusión de optimismo
irracional y edulcorado. Se siente “chupi” con su vida.
SAGITARIO:
Fue detrás de Escorpio y le robó el arsenal de celos infundados. El arquero
hace marcaje de su objetivo amoroso: Vigila con quién pasa más tiempo; el modo
en que se viste o coquetea con otros; cómo saluda al frutero…
CAPRICORNIO:
Su gesto adusto se dulcifica. Los antaño inaceptables atentados contra el buen
gusto, quedan perdonados siempre que los cometa esa persona que se le ha metido
entre cuerno y cuerno. Excusa sus defectos, transige con sus caprichos y
dispensa sus manías. Todo eso le parece tan atractivo…
ACUARIO:
De templado y despegado, nada. Acuario hierve en sus adentros y habla de esa
persona especial con sus amigos, con su familia, con sus mascotas, con el
kiosquero… A todos ellos les cuenta “su secreto” y no ve el momento en que su
relación se concrete y pueda exhibir su amor por todo lo alto.
PISCIS:
Si siempre fue servicial…Se convierte en el genio/hada soñado por todos. Basta
con que su amorcito abra la boca, para que el pescadito cumpla todos sus deseos
(y hasta sin abrirla). Es muy capaz de ir a tu casa a desollarte por cumplirle
el caprichito a su amor.
Para
cualquier consulta puedes llamarme a;
Tarot Sophie 806 51 62 47
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